Una radiografía de dos personas teniendo sexo comienza a circular por el hospital. Yoon Young, enfermera, piensa en renunciar al creer que es ella y su novio; pero decide no hacerlo. Y como todos sospechan de ellos mismos nadie va a trabajar. Al nadie presentarse, juega una apuesta con la vicedirectora del hospital, van a visitar a dos de la lista y si estaban diciendo la verdad entonces empezaran a confiar más en las personas. Pero, ¿hasta donde debemos confiar en las personas?
La narrativa nos lleva a cuestionar en si debemos confiar o no en los distintos personajes que nos presentan. Y con una peculiar narradora, Maggie, un pez que nos cuenta de forma cómica, y casi desarraigada, los episodios de la película.
Con respecto a lo más técnico, utiliza mucho grandes angulares, es como si nos quisieran mostrar todo el panorama, que no nos perdamos nada. La escena que más me sorprendió, fue cuando Yoon Young habla con la vicedirectora sobre el incidente y rompen el eje de una forma tal natural. El uso de la perspectiva para romperlo y que no moleste al espectador (o por lo menos a mi) me pareció un recurso fascinante.
(No puse una imagen de esa escena a propósito. Mire y descúbrala)
No es la típica película, y es exactamente por que se encuentra en este festival que nos presenta no solo el cine coreano si no también sus peculiaridades. Tiene una narrativa interesante que no va a lugares comunes. Y que al final de cuentas, te hace cuestionar si debió o no debió confiar.
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